canción de los que huyen



Quién no ha oído las campanas
De la iglesia de San Juan
Tocar a duelo glorioso
Cuando los muertos se van.

El que sabe de una fuente
Y no la dice a los demás
Y se esconde de su sed
Por temor a desvelar.

Quién no ha visto a la cigüeña
La mañana de San Blas
Posarse blanca en el nido
De su antigua majestad.

El que tiene casa y tierra
Y la deja sin sembrar
Y el sobra el pan y el cielo
Y lo oculta y no lo da.

Quién no ha ido puerta a puerta
Por San Pedro a preguntar
Por los vivos y sus muertos
Que se fueron hacia el mar.

El que odia en su alegría
Y el que goza en su pesar,
El que mata por la vida
Y el que vive por matar.